Soy Gabriel Alejandro, tengo 42 años, soy casado y tengo 2 hijos.
Quiero compartir con ustedes lo que ha ocurrido en mi vida a partir de que decidí tomar sesiones de Coaching Ontológico.
Desde la primera sesión, mi Coach puso frente a mí un espejo, en el que pude ver algunas acciones y actitudes que continuamente me resultaban un estorbo para el logro de mis objetivos, sin embargo, aun viéndome al espejo, intenté justificarme e intente ver en el espejo lo que yo quería ver; afortunadamente, mi Coach me acompañó mientras permanecía frente al espejo sin justificarme, lo cual fue un avance muy importante.
A partir de la segunda sesión, me impresionó lo que pude descubrir de mí, me parecía increíble que estuviera hablando de cosas que, en apariencia, nada tendrían que ver con mis acciones actuales.
Pude encontrar la raíz de algunas de las acciones que me obstaculizan, por ejemplo: postergar, pensar por otros, estresarme; jamás se me había ocurrido que estuviera tan a la mano encontrar la razón y el origen de eso que yo hacía con tanta frecuencia.
Pero ¿de qué me serviría ver todo esto si no llevo a cabo acciones para cambiar de rumbo? Durante las sesiones, mi Coach me acompaño a encontrar posibilidades para esas acciones, y en la medida en que llegamos a acuerdos, me apoyó a dar seguimiento a las acciones.
Los resultados no son medibles para muchos, aunque algunas personas me han preguntado “¿Por qué tan contento?” tal vez un resultado medible sea que la báscula dice que he bajado 5 Kg.
Lo cierto es que he crecido en varios ámbitos y han mejorado muchas de mis relaciones.
¿Recomiendo tomar sesiones de Coaching Ontológico?
En realidad pienso que si alguien busca una transformación en su vida… ya debería estar tomando sesiones
Gracias.